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Los bioestimulantes como herramienta clave para el almendro

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Durante los últimos años, el uso de los bioestimulantes en el manejo de cultivos ha ido aumentando exponencialmente y esto lo podemos atribuir a distintas causas: El uso de bioestimulantes para almendro en todo su ciclo. 

Efectos beneficiosos directos: los bioestimulantes influyen positivamente en las diferentes fases del desarrollo del cultivo (crecimientos, floración, fructificación, engorde…).

Efectos beneficiosos indirectos: repercuten en la generación de inductores que controlan diferentes procesos (hormonales, enzimáticos, de defensa, rutas metabólicas…).

Mitigación de estrés tanto de origen biótico como abiótico.

Esta versatilidad de funciones, unido al mayor conocimiento y tecnificación de los cultivos, así como la reducción de sustancias de síntesis usadas en agricultura (cada vez más latente), hacen que ya se pueda hablar de una “edad dorada” de la bioestimulación. Una época de esplendor respaldada por los interesantes resultados del uso de este tipo de herramientas, en uso y forma correctos, en los diferentes cultivos.

Uno de los cultivos extensivos en los que más se ha desarrollado el uso de bioestimulantes por parte de Servalesa ha sido el almendro. El almendro es un cultivo bastante exigente, sometido durante todo su ciclo a situaciones de estrés continuo.

Así pues y clasificando según el origen del estrés, se hacen dos grupos (aunque en la mayor parte de las veces interfieren entre sí o pueden ser consecuencia uno de otros) y se proponen las herramientas creadas para cada una de las situaciones:

  • Estrés debido a factores endógenos

A consecuencia de procesos fisiológicos propios de la planta

  • Estrés debido a factores exógenos

Provocados por elementos bióticos y abióticos ajenos a la planta

Desde Servalesa se ha desarrollado una serie de soluciones bioestimulantes que ayudan a mitigar en gran medida cada una de esas situaciones complicadas.

En los denominados de carácter endógeno o grupo a) y referidos al cultivo que nos atañe en este artículo, los productos más destacables son:

Brotación-Floración

El almendro realiza estos procesos con las reservas que tiene del año anterior. Esto supone un gran esfuerzo ya que, se realizan frases críticas por parte de la planta sin poder apenas recibir apoyo externo. Herramientas como DESES-3®, BETASER®, BIOCROP® EXTRA oFOLSER® disminuyen el estrés generado en estas fases y el gasto energético derivado del mismo, facilitando y optimizando de esta manera dichos procesos.

Cuajado

Asegurarnos la máxima cantidad de flor cuajada, es fundamental para una obtener una cosecha. Para esto, aparte de los insectos y algunos micronutrientes como boro y molibdeno, existen compuestos que favorecen la optimización y viabilidad del polen, la emisión y elongación del tubo polínico, flores más viables para cuajar…

FOLSER® contribuye y favorece en gran medida en estos condicionantes. Una vez cuajado, otro aspecto importante a tener en cuenta, es el agarre del fruto. Productos como SERGOMAX®, que aumentan la movilidad de la savia, favorecen que más frutos sean viables (siempre y cuando la planta esté nutricionalmente equilibrada).

Engorde y endurecimiento de cáscara

Una vez agarrado el fruto, el siguiente objetivo es conseguir el mayor tamaño y peso posible del mismo, así como una cáscara consistente. En este proceso, la herramienta FOLSER® nos ayuda en el inicio del engorde donde hay multiplicación celular intensa. Después de este proceso, productos a base de aminoácidos con un buen y equilibrado aminograma como SERVAPTON® favorecen la formación y agrandamiento de los pericarpios y endocarpios en los que posteriormente se alojará la semilla o almendra. Para conseguir el máximo rendimiento de esta semilla, contamos con la ayuda (además de los más que reconocidos efectos de las potasas) de bioestimulantes como: SERVAL® NK que aumenta el crecimiento y acumulación de reservas y FEEDSER®, un bioestimulante que por su composición, favorece el engorde y endurecimiento del fruto, incluso en condiciones desfavorables de estrés abiótico.

En cuanto a los de origen exógeno o que hemos denominado como grupo B), dividimos a su vez en dos subgrupos:

– Exógenos de origen abiótico

Entre los cuales encontramos los producidos por efectos de frío, calor, radiaciones intensas, altas salinidades… En tales casos, los efectos más inmediatos que se observan, son deshidrataciones (heladas o golpes de calor) y bruscos cierres estomáticos que dificultan la asimilación de ciertos nutrientes, provocando gran estrés en la plantas e inhibiendo procesos metabólicos claves en el desarrollo del cultivo.

Desde Servalesa se propone una serie de productos (DESES-3®, BETASER® o FEEDSER®) que mitigan en gran manera estos efectos adversos, consiguiendo actuar a nivel celular (aumentando la presión osmótica, favoreciendo la entrada de solutos en célula); o logrando que el cierre estomático no sea tan brusco en situaciones de estrés; o favoreciendo procesos metabólicos afectados en situaciones complicadas.

– Exógenos de origen biótico

Estrés provocado por ataques de hongos y bacterias. En este punto, es interesante resaltar que además de los efectos bioestimulantes y nutricionales de las estrategias de productos que expondremos a continuación, también hay una acción muy importante para minimizar el daño y el desarrollo de la enfermedad.

La mitigación de estas enfermedades se consigue:

– De manera directa con compuestos que impiden el desarrollo óptimo de la enfermedad.

– De forma indirecta:

-Generando resistencias sistémicas inducidas y adquiridas

-Engrosamiento de la pared celular

-Creando sinergias con materias activas, favoreciendo su distribución dentro de la planta y contrarrestando los efectos de “parada” que todas las materias activas producen en la planta

En estas estrategias para ayudar a minimizar los daños producidos por enfermedades tan comunes en el almendro como son Monilia, Fusiccocum, Cribado, Mancha ocre, Antracnosis, Xanthomonas, Agrobacterium... Los productos bioestimulantes usados con efectos positivos contrastado son SERGOMIL® L60, QUALIFUN® y SIDEFUN®.

Por último y como punto final a tener muy en cuenta, destacar el compromiso por parte de Servalesa por contribuir a mejorar el desarrollo del cultivo del almendro con propuestas de protocolos con mínimo impacto en la naturaleza, puesto que la mayor parte de sus referencias, están clasificadas como residuo 0 y otra muy significativa, certificadas como Ecológicas.

Jose Manuel Sánchez

Delegado comercial Servalesa – zona centro

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